Los “miniplanes” son facilidades a las que se puede acceder en cualquier momento del año a través de la web de la AFIP. Normalmente se podían tomar hasta 4 planes de 6 cuotas, pero el año pasado se elevó esa posibilidad hasta 6 de 8 pagos.
Mientras iban perdiendo facturación por efecto de la restricción a la circulación de personas durante 2020, muchas pymes fueron “cuotificando” algunos vencimientos que se iban produciendo en el período de menos actividad económica para evitar caer en el incumplimiento. Se pudieron incluir deudas de IVA, sobre todo.
Frente a ello, el gobierno decidió suspender la aplicación del SIPER para determinar cuántas cuotas y planes podría acceder cada contribuyente. Por una resolución se decidió que todos iban a aplicar como si tuvieran la mejor calificación crediticia, y así durante la mayor parte del año pasado cada contribuyente pudo tomar hasta 8 planes al mismo tiempo de seis pagos cada uno, un beneficio que en tiempo normales, están reservados a los que tienen foja impecable ante el organismo.
La Resolución de la AFIP 4887 del 21 de diciembre del año pasado, estableció una prórroga del período de no vigencia del scoring de contribuyentes hasta el 31 de enero próximo.
Esa medida señaló que se decidió ampliar el plazo “en virtud del objetivo permanente de esta Administración Federal de coadyuvar al cumplimiento de las obligaciones tributarias de los contribuyentes y/o responsables, y a fin de morigerar los efectos económicos generados por las medidas adoptadas en el marco de la emergencia sanitaria originada por el COVID-19”. En la medida se incluye “la vigencia transitoria aplicable a la cantidad máxima de planes de facilidades de pago admisibles, cantidad de cuotas y tasa de interés de financiamiento, correspondiente al régimen de facilidades de pago”.
En ese sentido, las empresas y las personas tendrán en cuenta que desde este mes se pueden incluir saldos a pagar del Impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales del período 2019, en los miniplanes. El inciso r) de la resolución 4268 excluye del régimen permanente a las obligaciones de ambos tributos cuyo vencimiento hubiera operado en el mismo año calendario de la presentación del plan de facilidades.
El SIPER, puesto en marcha durante la gestión de Alberto Abad, fue rechazado por la mayoría de las cámaras empresariales pyme, en virtud de que genera premios a aquellos que tienen generalmente los números en regla con el fisco, es decir, los que tienen una espalda financiera más amplia, y deja afuera a los que más podrían necesitarlos. En cambio, desde aquella gestión se justificó la iniciativa como un incentivo a que los contribuyentes tengan el pago de sus obligaciones al día.